Por qué muchos aún dicen que el negocio multimillonario de los influencers no es un "trabajo serio"

Katie Bishop Role, BBC Worklife

9/25/20232 min read

La mayoría de los días, el horario de trabajo de Chloe Homan está a tope.

Esta mujer de 32 años de Wisconsin, Estados Unidos, suele comenzar la semana planificando y contactando a su equipo, mientras que los martes son de reuniones continuas.

Los miércoles y jueves están reservados para el trabajo de producir contenidos.

El viernes pasa cerrando cabos sueltos. Homan dice que a veces puede acumular entre 80 y 90 horas de trabajo cada semana.

A pesar de ser una influencer profesional, Homan ha recibido muchas críticas sobre su carrera.

"Recuerdo haberles dicho a mis amigos y familiares lo que iba a hacer, y nadie sabía siquiera lo que significaba", dice al reflexionar sobre el inicio de su viaje de creación de contenidos hace unos cinco años.

"La gente pensaba que simplemente tomaría unas fotos y la publicaría, y no se podía ganar dinero real. Recuerdo que mi mamá estaba preocupada porque yo pusiera toda mi vida en internet", afirma.

Pero las cosas están cambiando.

Homan pudo dedicarse a tiempo completo a ser influencer en 2019 después de encontrar un nicho: brinda consejos y tutoriales sobre el cabello rizado a sus seguidores.

Ahora dirige sus cuentas de redes sociales como una empresa con una plantilla de seis personas y también ha lanzado una línea de accesorios para el cabello.

Y no es solo su capacidad para ganarse la vida como creadora de contenido lo que ha visto cambiar.

"Ahora tengo amigos que son maestros que me cuentan que los niños dicen que quieren ser tiktokers o youtubers cuando sean grandes", relata.

Según Homan, "se puede crear una muy buena vida en esta industria".

Durante años, muchas personas han visto la influencia en redes como una especie de búsqueda autoindulgente mayormente para mujeres jóvenes, y los creadores de contenido han sido tildados de vacíos e incluso de estafadores.

Pero el arte –y el negocio– de influir está cambiando.

Ahora, la creación de contenidos puede ser una carrera lucrativa y las empresas dependen de personas con un gran número de seguidores en las redes sociales para impulsar sus productos y servicios.

Muchos influencers han demostrado ser emprendedores inteligentes con una habilidad especial para construir una marca.